El tesoro de la isla de izaro


El pasado 22 de mayo vino a visitarnos Pablo Zapata para hablarnos de su libro "El tesoro de la isla de izaro". Fue una visita agradable porque fue bastante majo a la hora de hablar con nosotros. Un día antes fuimos a Bermeo a dar una vuelta y vimos aquella isla tan pequeña. A parte de la isla estuvimos también en un museo de barcos junto al puerto.

2 comentarios:

Hay dos palabras en el título que tienes que separar.
El "porque" de la segunda línea es junto (gogoratu: euskeraz "izan zeLAKO").
Otras dos correcciones: "vuelta" y "a parte".
¡Ah, y coloca una imagen que ilustre el artículo!

27 de mayo de 2008, 2:07  

Ahí te va mi versión:

Los sueños, según decía mi madre, son una manera de viajar o de ser o de hacer lo que quieras.

Yo, la verdad, no sé si sueño o sueño demasiado: mis sueños son tan intensos que a veces no los distingo de la realidad. Ojalá soñara, para poder salir de la pobreza, dejar de vivir en la calle y de comer basura. Me gustaría tener un trabajo de verdad y no tener que estar pidiendo en la calle. las gentes con dinero te miran con desprecio y se creen superiores, pero ellos lo único que tuvieron fue suerte. Buf, ¡qué hambre me ha entrado! Pi, pi, pi, pi, pi...

- Señor, levántese o llegará tarde.

¡Cómo me gusta dormir!, creo que es lo mejor que hago... después de ganar de dinero, claro.

Ahora desayuno, me ducho y me pongo uno de mis trajes caros, llamo al chofer y que me lleve a mis oficinas.

- “Sebastian”, llama al chofer, que se vaya preparando para salir.
- No puede, señor, están todas las carreteras cortadas.

¡Justo hoy que tengo la reunión con el presidente del consejo de administración de la competencia! No puedo faltar, tendré que coger el metro que está lleno de gentuza.

A ver como va esto... 1’50 para ir al centro. No se admiten billetes de 50 € o valor superior. ¡Vale, y nunca llevo nada suelto! A ver... sí, aquí hay un billete de 20. ¡Vaya, la maquinita no dispone de cambio! ¡Hoy no es mi día, no señor!

- Disculpe ¿me podría dar unas monedas?
- Podría, pero no pienso dárselas. Si quiere dinero, trabaje como todos.

Habrase visto, ¡qué insolencia! Pues no puedo dejar de asistir a la reunión, por nada del mundo. Tendré que saltar los controles. Será un momento, seguro que nadie se da cuenta. Allá voy...

-Se ha dado un buen golpe. Ha perdido el conocimiento. Iría borracho.
-Ya han llamado a la ambulancia, no tardará en llegar... Ya se oye la sirena.

Niii nooo niii nooo...

-Mirad, parece que recupera el conocimiento, parece que se despierta.

- ¿Eh, dónde estoy? ¡Y estos andrajos! ¿Dónde está mi ropa? ¿y mi rolex? ¿mi cartera? ¡Me han atracado, mi ropa! ¡Mierda, parezco un jodido mendigo!

8 de junio de 2008, 1:39  

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